Sepamos Utilizar las redes sociales que forman parte de las TICS.

  •  Este reportaje no busca satanizar las redes sociales. Todo lo contrario, busca generar conciencia sobre los posibles riesgos de contactar personas desconocidas no solo por internet sino en la vida cotidiana. Evite que estos hechos tan lamentables se repitan. 
  • Sepamos Utilizar las redes sociales que forman parte de las TICS.






Solo nosotros somos responsables de nuestra propia seguridad en la red. Cuando hagas parte de una red social, no solo te limites a entrar y salir de la sesión. Cacharrea y aprende más de ella como por ejemplo la configuración de la cuenta especialmente la seguridad de tus datos personales, quién puede ser tu amigo y de quién deseas ocultarte. Recuerda que en la red hay de todo y si das papaya puedes ser víctima de criminales que pueden acabar con tu vida. Así como aprendiste a cacharrear en el MSN y te volviste un expert@, haz lo mismo con las páginas de las redes sociales como hi5, Twitter, Facebook, etc.
Ahora no te vayas a llenar de terror y corras a cancelar tu red porque no se trata de satanizar las redes sociales en particular. Como todo en la vida, las cosas son buenas en la medida en que sepas darle un buen uso. Internet como tal no es el anticristo cibernético en donde el número de la bestia cambió de 666 a www; todo depende de cómo utilices esta herramienta de comunicación. Simplemente adopta tus medidas de seguridad. Así como en el mundo real no le andas pelando el diente a quién te ofrece una sonrisa, tomas tus medidas de seguridad y sabes con quien relacionarte, has lo mismo en la vida virtual.
No caigas en las redes de los criminales como le sucedió a mi linda chica Ana María Chávez Niño. Una chica de apenas 19 años de edad: relajada, fresca, talentosa, extrovertida, a la cual le gustaba hacer tanto amigos virtuales como reales; pero nunca se imaginó que precisamente la red iba a ser el canal que la conduciría a su muerte.  Me hubiera gustado mucho conocerla, desde luego para fines amistosos y quizás románticos; mas no para hacerle daño como lo hicieron esos desadaptados EMOS, los cuales son unos parias de la sociedad que al parecer los parió la cabra: el mismísimo demonio.
Este reportaje es una fiel muestra de cómo la condición “humana” se inclina a hacerle daño a su prójimo. Ninguna buena persona como Ana María se merecía tal muerte. Es que al parecer ni intentaron violarla, a fin de cuentas estos Emos no gustan de las mujeres, por lo tanto su objetivo era acabar con su integridad física para luego robarla y a cambio del botín, conseguir vicio para sus rumbas electrónicas. Como en muchos hogares se acabó la disciplina y los hijos son los que mandan y aprovechando los beneficios del código del menor, demandan a sus respectivos padres cuando éstos los castigan físicamente obteniendo estos resultados: parias enlutando hogares de gente buena, con una “justicia” alcahueta para confesos asesinos.




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